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Decidí escribir este artículo porque esta es una pregunta que escucho cada vez con más frecuencia entre amigos, colegas, vecinos y conocidos. Especialmente en personas que no están vinculadas a la tecnología, pero de todas las edades, industrias y niveles socioeconómicos.

Esta es solo mi perspectiva basada en la experiencia y en cómo ha evolucionado la tecnología en las últimas décadas. Puedes estar de acuerdo o no; lo interesante es poder conversar sobre el tema.

Mi respuesta es simple: nadie sabe con certeza qué ocurrirá. Y quien diga que sí lo sabe, probablemente está exagerando. ¿Por qué? Porque cuando miramos hacia atrás, vemos que la mayoría de las predicciones tecnológicas fallaron o quedaron cortas. Nadie anticipó exactamente lo que vendría, y lo mismo ocurrirá hacia adelante.

Hace poco comentaba con unos amigos que parece que fue hace siglos cuando tenía que ir al almacén de la esquina para poder llamar por teléfono con una ficha metálica. Pero eso ocurrió hace menos de 40 años. En ese tiempo pasamos de teléfonos fijos a tener una supercomputadora en el bolsillo. Y contradiciendo a nuestros profesores de matemáticas: sí, hoy caminamos por la vida con una calculadora científica… incluso en un reloj, o en lentes con IA capaces de resolver fórmulas con solo mirarlas.

El avance ha sido tan rápido que es casi imposible proyectar con certeza qué pasará en las próximas décadas.

¿Recuerdan el boom de los NFT y las “propiedades” en el metaverso? Muchos aseguraban que serían el futuro de la economía digital. Hoy, la mayoría de esos activos duermen en wallets que nadie abre. Al menos esas propiedades no tienen “okupas”. ¿Fue una tendencia pasajera? ¿Resurgirá? Nadie lo sabe.

Esto nos demuestra que la tecnología avanza por caminos que no siempre podemos anticipar.

La IA llegó, y hoy es una herramienta tan disruptiva como lo fueron en su momento las líneas de producción automáticas o la robotización industrial. ¿Todas las pizzerías tienen líneas de producción y hornos automáticos? No. Algunas siguen siendo 100% manuales. Pueden producir la misma “cantidad”, probablemente no, pero tal vez la experiencia y la calidad sea el factor diferenciador de ese negocio.

¿Todas las empresas de logística tienen robots automáticos para despachar los paquetes e incluso drones de envíos? No.

En ambos casos esa innovación está hace algún tiempo.

¿Reemplazaron estas tecnologías el 100% de los trabajos manuales? No. Pero quienes querían mantenerse competitivos debían adoptarlas.

Con la IA ocurrirá lo mismo, no reemplazará todos los trabajos, pero sí reemplazará algunos y las empresas que quieran seguir compitiendo tendrán que integrarla.

¿La IA eliminará empleos? Probablemente algunos sí.

Todo indica que los primeros puestos en transformarse serán los asociados a tareas repetitivas, manuales, transaccionales o basadas en análisis masivo de datos. Tareas que, desde la perspectiva humana, no son tan eficientes.

¿Reemplazará todos los trabajos? Nadie puede afirmarlo. ¿Tendrá un impacto significativo en el mercado laboral? Probablemente sí.

La clave será desarrollar nuevas competencias. Lo que nos queda como sociedad es adaptarnos generando nuevas habilidades. En la industria manufacturera, quienes se capacitaron en robótica, PLC o maquinaria especializada lograron mantenerse vigentes. Quienes no se actualizaron quedaron obsoletos.

Con la IA ocurre lo mismo, no se trata de competir contra ella, sino de aprender a utilizarla como herramienta.

Incluso los futuristas discrepan, en una entrevista, Elon Musk planteó que la IA y la robótica eventualmente podrían reemplazar “todos” los trabajos, lo que haría necesario un ingreso universal. Puede sonar extremo, pero es una posibilidad dentro de muchos posibles futuros.

También somos testigos de los avances en robótica con IA como el robot 1X donde lo vemos realizando tareas domésticas, muy similar a una película que “no terminó bien”, pero son avances que nuevamente debemos adoptar y tener en consideración hacia el futuro de la humanidad.

Y si algo nos enseña la historia tecnológica es que la única constante es el cambio.

Lo único seguro, según mi opinión, es esto:

La población —todas las generaciones, todas las industrias— debe capacitarse en nuevas tecnologías para mantenerse activa. Hoy es IA y robótica. Mañana será algo que aún no conocemos. Pero la única forma de seguir vigentes es desarrollar habilidades que nos permitan adaptarnos, colaborar con estas tecnologías y evolucionar junto a ellas.

La IA no viene a quitarnos el valor humano: creatividad, criterio, empatía, liderazgo, ética. Lo que sí viene es a eliminar la ineficiencia, automatizar lo repetitivo y ampliar las capacidades de quienes estén dispuestos a adoptarla.

El futuro del trabajo no será “IA versus humanos”, por más que las películas nos digan lo contrario. Será humanos potenciados con IA versus humanos que se quedaron atrás.

Y esa elección, al menos por ahora, sí depende de nosotros.

Solo para aclarar, y algo que también se está adoptando, es informar dónde y cómo usaste IA. En mi caso el documento lo escribí yo en su totalidad, pero sí usé IA como corrector de ortografía. La imagen del banner la hice con IA para ahorrarme tiempo. Es usar la herramienta, no que me reemplace. 😉